“Tenemos que clasificar al Mundial, sí o sí”

 

 
Frío primaveral y los relojes marcaban tres de la tarde. Los últimos integrantes del ‘equipo de todos’ comienzan a llegar de a poco a La Videna, como el ‘Loco’ Vargas que tuvo que hacer esfuerzos al volante ante el loquerío de unas fanáticas. Nada fuera de lo normal. El entusiasmo está en el aire y el inicio de las Eliminatorias ya se vive en la gente. El entrenamiento de la blanquirroja recibiría la visita de un invitado especial, llegada que unió a periodistas políticos con los de la sección deportiva en un solo lugar. A los pocos minutos apareció una caravana con la seguridad del presidente Ollanta Humala, haciendo su ingreso en un santiamén a la sede deportiva. Con el Mandatario adentro, los reporteros, entre veloces y ‘lentejas’, se decidieron a emprender la carrera para no perderse los mejores lugares. A medio trote se pudo divisar a la congresista por Gana Perú, Cenaida Uribe, y más de unos cuarenta miembros de seguridad del Estado cuidando los camerinos. ¿Saldría Ollanta al gramado vestido con la blanquirroja? Solo era cuestión de esperar que la Selección Peruana y el ‘invitado’ aparezcan. Y así fue. Ollanta Humala llegó vestido con el polo oficial y sus chimpunes, acompañado de los muchachos. Visiblemente risueño estrenó el gramado con saltitos, moviendo intercaladamente sus piernas hacia atrás para calentar. Risas iban y venían. Humala Tasso recibe la charla técnica de Don Sergio Markarián en la mitad de la cancha. Claudio Pizarro llamó al ‘Loco’ y al ‘Santi’ Acasiete, y después de darle las gracias por su venida, le extendió la casaquilla peruana en sus manos.  Luego de dos vueltas al gramado y algunos toques de balón con ‘Pizza’ y el ‘Loco’, por fin se acercó a los hombres de prensa. “Muchachos, la idea de venir acá a saludar a nuestros jugadores es para darles el calor y respaldo que merece nuestra Selección”, fue el discurso inicial de Humala Tasso, mientras se oxigenaba con cada sílaba; había perdido un poco el aliento con el minientrenamiento. De pronto, Ollanta alzó la voz y pronunció la frase de la tarde: “Estamos cansados de no clasificar a un Mundial, y tenemos que clasificar a este mundial, sí o sí”. ¡Aliento sincero pero entusiasta para los dirigidos de Don Sergio! Un station wagon dorado lo esperaba en el estacionamiento. Desconcertó a todos cuando tomó el asiento del conductor. Parecía que nadie lo iba a detener. “Presi, un ratito, ¿cómo le va? ¿Cómo está, papá, todo bien?”, interrumpió el ‘Loco’ Quiroga, arrancándole una sonrisa al Presidente. El intercambio de palabras con el exfutbolista fue breve y se alejó de La Videna, no sin antes gritar el glorioso ¡Arriba Perú!dd.