sábado, 23 de marzo de 2013

La ‘Foca’ nos mantiene vivos


Victoria

La ‘Foca’ nos mantiene vivos

EL DIFERENTE. Jefferson Farfán aprovechó un rápido contragolpe para anotar el gol que nos devuelve la esperanza. Que oigan las demás selecciones que Perú aún está en la pelea.
EL DIFERENTE. Jefferson Farfán aprovechó un rápido contragolpe para anotar el gol que nos devuelve la esperanza. Que oigan las demás selecciones que Perú aún está en la pelea.
 
LA CASA SE RESPETA. Con un gol agónico de Jefferson Farfán, Perú venció 1-0 a Chile en el Nacional y aún sueña con
La sala de emergencias se convertía en nuestro sitio habitual, con el respirador artificial conectado a un hálito de vida, una esperanza para salvar a este enfermo que parecía herido de muerte. Pocos tenían confianza en que vuelva a respirar por sus propios medios y poder competir con el resto, pero Jefferson Farfán fue el encargado de traer la cura para este mal endémico, una inyección que lo paró de la cama y lo hizo andar, hasta correr.
Este Perú que estaba postrado terminó bailando en una ‘Hora Loca’ protagonizada por la ‘Foquita’ como el rey de la fiesta. El invitado, Chile, quería celebrar en tierra ajena y quitarle cualquier posibilidad de seguir con ilusión, pero la bicolor supo reponerse de un primer tiempo donde la amnesia afectó nuestro estilo de juego. Fuimos un equipo fantasma que se olvidó de presentarse en la cancha. Solo sombras.
Convocaron a la pasión, también al coraje –como dice una publicidad– pero parece que se lesionaron antes de entrar al campo como Carlos Zambrano o Juan Vargas. O por lo menos se olvidaron de ellos durante el primer tiempo, en el que Perú fue un equipo frío, como si entrenara en la Antártida o jugara en el Polo Norte.
Durante esos primeros 45 minutos, la defensa nacional fue un incendio constante
donde hubo bomberos que supieron apagar las llamas. Chile prendía la alarma con una presión infernal, un dominio táctico impecable que permitió que los sureños dominen el trámite. Impusieron su velocidad y con ataques constantes desnivelaron la balanza a su favor. Carlos Lobatón salvó de la línea dos veces un gol en contra pero también se ganó una amarilla por la impotencia de no poder parar al rival.

Joel Herrera, una de las sorpresas en la oncena, cerró su banda con inteligencia. Christian Ramos se lesionó rápido –a los 20’– y Jesús Álvarez ingresó en su lugar. El ‘Chasqui’ empujó en el juego aéreo e impuso su fuerza física pero no era suficiente para ahuyentar el miedo de nuestra área porque Rodríguez y Yotún venían sin ritmo de competencia.
Por los costados, Eduardo Vargas y Jean Beausejour eran dos velocistas que veían
como punto de llegada el arco de Raúl Fernández, que esta vez sí fue héroe. ‘Superman’ voló las veces necesarias para salvar su portería y Chile no encontró la kriptonita para neutralizarlo. No falló en los cortes por arriba, tampoco en las achicadas y los rebotes siempre fueron para él. Durante ese primer tiempo de terror, escrito por un Hitchcock futbolero, Perú fue víctima de un visitante agigantado por la llegada de un técnico que impuso una idea en pocos días.

Jorge Sampaoli, ese DT que fue poco valorado en su paso por aquí pero que en el extranjero sacó su maestría con títulos internacionales, convenció a sus jugadores de ser un equipo. Olvidarse las individualidades y trabajar como peones por el bien común.
Era una aplanadora que apagó su motor en el complemento. O bueno, nosotros pusimos un muro frente a él cuando Sergio Markarián decidió sacar la varita y hacer
‘magia’ con un cambio que fue vital para darle un giro 180 grados a esta historia donde nosotros éramos la víctima.

Juan Carlos Mariño, el que no tenía nadie en su equipo, ingresó por Lobatón para
descuadrar lo planeado por Sampaoli. Un ‘10’ retro, un enganche clásico que anestesió el partido. Supo manejar los tiempos para acelerar y también frenar. La pelota dejó de ser propiedad ajena y el alma volvió al cuerpo de este enfermo que luchaba por su vida. Perú se levantaba con dificultad, peleando contra sus propios defectos.

Claudio Pizarro no fue el ‘Bombardero’ que brillaba en el extranjero sino repitió las
actuaciones con la bicolor en el pecho. Con poca movilidad, en el segundo tiempo tuvo dos claras chances de anotar pero las desperdició con disparos desviados.

Luis Ramírez tenía ‘cachitos’ de creatividad pero Paolo Hurtado fue un ‘Caballo’ que
tuvo miedo de destacar. Tuvo unas de cal, otras de arena y también falló ocasiones imperdonables. Yoshimar Yotún solo vino con un partido encima en el Vasco pero la terquedad de Markarián tuvo respuesta en la trepada del lateral cuando el reloj era nuestro peor enemigo. Yordy Reyna ya estaba en el campo pero el rey del partido
era otro, era Farfán.

La ‘Foquita’ hizo la diagonal y enrumbó al área, intentó definir ante Bravo pero el portero dio un rebote que, felizmente, le quedó a Farfán para que en su segundo intento encuentre la cura para este enfermo llamado Perú. Para devolverle la esperanza a todo un país. Para quitarnos la guillotina de encima del cuello.
Perú aún tiene vida en las eliminatorias. No sabemos por cuánto tiempo más pero hay
que celebrar con la ‘Hora Loca’ a la que nos llevó Jefferson Farfán. La selección, por ahora, sigue en la pelea.

SABÍA QUE...
ESTADÍSTICA. Perú nunca perdió jugando un viernes por las eliminatorias. Esta
vez no fue la excepción. Como local, la bicolor ha ganado tres partidos.

RACHA. Esta es la cuarta derrota consecutiva de Chile en este proceso pero aún mantiene chances de ir al Mundial que organizará Brasil el próximo año.
JÓVENES. Con 19 años, Yordy Reyna y Nicolás Castillo debutaron en sus selecciones absolutas. En enero ambos disputaron el Sudamericano Sub 20 en Argentina.
LÁGRIMAS DE EMOCIÓN POR LA VICTORIA
El árbitro Diego Abal pitó el final del partido y algunos jugadores peruanos soltaron lágrimas de felicidad por la agónica victoria. Después del desgaste hecho durante
90 minutos, Claudio Pizarro y Joel Herrera empezaron a llorar. Terminaron conmovidos

por el esfuerzo, por un estadio vibrante y una posibilidad aún latente de ir al Mundial.
El ‘Bombardero’ le dedicó el partido a Juan Manuel Vargas, ausente por lesión, y también a Óscar Avilés, cantante criollo que fue el jueves a la concentración. “Esto va para ellos”, dijo el delantero que también le dejó un mensaje a Yordy Reyna cuando ingresó en el complemento. “Vamos Reyna, ya te los cansé un poquito, ahora te toca a ti”.
En tanto, Luis Ramírez también se desbordó por la emoción. “Se sufre pero esta vez hemos podido celebrar. Hemos hecho un gran desgaste, le pusimos corazón porque sabíamos que solo nos servían los tres puntos. Que nadie se rinda”.dlr

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