El delantero nacional Paolo Guerrero ratificó su molestia contra el árbitro boliviano Raúl Orozco por no sacarle la tarjeta roja a Diego Lugano cuando le metió un codazo.
"Estoy enojado por el resultado y el árbitro. Me rompieron la boca y no se le sacó una tarjeta roja a Lugano. Creo que esas imparcialidades no pueden pasar, hay que tenerle más respeto a Perú", señaló muy molesto el jugador del Hamburgo alemán.
Guerrero indicó que espera que en las Eliminatorias no suceda lo mismo y el arbitraje se maneje de otro forma.
"A mí me pegaron todo el partido y no les sacaron ni una amarilla. Hay que analizar todo esto y los árbitros tienen que ponerse a pensar que deben ser imparciales", enfatizó el jugador peruano. dlr.
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