No se pudo. El sueño de conquistar nuestra tercera Copa América quedó en eso: Un sueño. Pero no es momento de agachar la cabeza, todo lo contrario. Perú llegó a este certamen como una de las peores selecciones de Sudamérica y, contra todo pronóstico, concluyó entre los cuatro mejores equipos del continente. Una distinción que no pudieron alcanzar conjuntos de la talla de Brasil y Argentina.
Sin olvidarnos que el combinado patrio tuvo que afrontar este torneo sin varias de sus figuras (Pizarro, Farfán, Fernández, entre otros), mientras que otros equipos, como nuestro rival de anoche, pudieron contar con lo mejor de su repertorio. Es más, Uruguay utilizó prácticamente el mismo plantel que le permitió quedar cuarto en el último mundial de fútbol, un grupo humano que viene trabajando junto desde hace cinco años.
Pero esto no es excusa para no señalar los puntos ‘flacos’ del equipo. Los charrúas fueron ampliamente superiores y en todo momento controlaron las acciones de juego. El ‘Maestro’ Tabárez le ganó el duelo estratégico a Sergio Markarián consiguiendo neutralizar a Guerrero y Vargas, nuestras principales cartas en ataque, quienes en toda la noche no contaron con un balón ‘cómodo’ para poder desequilibrar.
Además, desde nuestro punto de vista, la blanquirroja se equivocó en tratar de jugarle de igual a igual a la celeste. Cuando sabíamos que éramos inferiores y tomábamos las previsiones del caso nos fue bien. Ayer, cada vez que nuestros seleccionados recuperaban el balón, salían desesperadamente al ataque; en lugar de controlar el balón, trasladarlo y esperar a que sean los uruguayos los que se desesperen; para, finalmente, sorprenderlos de contragolpe.
Mención aparte merecen dos hombres claves en el resultado, uno por bando. Luis Suárez, quien marcó los dos goles en cinco minutos (52’ y 57’) y merecidamente fue elegido el mejor jugador del partido. El otro fue Juan Manuel Vargas, quien vio la roja a los 69’ por un codazo contra Coates. Con la salida del ‘Loco’ se fue también nuestra esperanza de poder emparejar el marcador. El hombre de la ‘Fiore’ no debe confundir el temperamento, que tanto le aplaudimos, con el descontrol que no debería experimentar un futbolista profesional.
Ahora solo nos queda mirar para adelante. Tratar de quedarnos con el tercer lugar, contra el que pierda el duelo entre Paraguay y Venezuela, y seguir trabajando con la misma dedicación y humildad de cara a las Eliminatorias. Si algo positivo nos dejó esta copa, eso fue mostrarnos que tenemos equipo para pelear la clasificación mundialista. Este grupo de jugadores lo entregó todo en el campo de juego y eso siempre es para el aplauso, ganemos o perdamos.dd.
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