Él acaparó toda la atención y por un momento se descuidó el real motivo de su llegada al Perú. Roberto Baggio nos engalanó con su visita y de paso, fue parte del convenio entre el Instituto Peruano del Deporte, la Federación Peruana de fútbol y la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO) como parte de la campaña “El fútbol Profesional contra el Hambre”.
El ex jugador italiano, embajador de Buena Voluntad de la FAO, llegó esta semana a Lima y una de sus primeros viajes fue al Cusco. En la ciudad imperial compartió con los niños, jugó con ellos y visitó a algunas de las 10,000 familias golpeadas por las inundaciones de enero de 2010. Algo similar a lo que el año pasado hizo el arquero español, Iker Casillas. El acuerdo dará soluciones al problema de hambre que azota varias zonas de nuestro país. Para lograrlo utilizará el fútbol como medio de atracción para las personas que quieran colaborar y que puedan apoyar a eliminar este mal que afecta a casi todo el mundo. Además, esta iniciativa busca recuperar la producción agropecuaria de las familias de Cusco y Puno cuyas tierras fueron inundadas por los desastres naturales.
En la firma del convenio también estuvieron Valdir Roberto Welte (representante de la FAO), Ignacio Burrul (jefe de la Sección Cooperación Económica y Regional de la Delegación de la Unión Europea), Manuel Burga Seoane (presidente de la Federación Peruana de fútbol) y Arturo Woodman (jefe del IPD).
Dos más y se fue
El subcampeón del mundo en Estados Unidos 1994 dejó nuestro país luego de firmar este convenio. Antes de hacerlo ofreció una conferencia de prensa, donde dejó dos mensajes muy claros. “Los jóvenes son el futuro del Perú y de cada nación” fue LA PRIMERA y la segunda fue dedicada a los dirigentes: “Ellos tienen que hacer bien su trabajo y nosotros responder como futbolistas”. Hasta pronto, Divino.dlp.
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