No fue nuestro día. La selección nacional no pudo robar ningún punto de tierras quiteñas y terminó siendo derrotada por 2-0 en el estadio Olímpico de Atahualpa. La efectividad de la ofensiva ecuatoriana, la falta de jugadores de jerarquía en los cambios peruanos y el cansancio generado por la altura fueron decisivos para la caída del combinado patrio.
A pesar de todas las especulaciones, los Cuatro Fantásticos arrancaron desde el inicio, dándole presencia a la ofensiva peruana. Esto lo sintieron los ecuatorianos, ya que -sorprendentemente- Perú controló las acciones del primer tiempo ante la confusión de los locales, quienes no lograban hilvanar jugada alguna en ataque.
La disciplina que mostró la bicolor en la marca fue lo más saltante en la primera etapa. La volante, comandada por un lúcido y correlón Retamozo y el buen toque de Lobatón, fue clave para que la selección tuviera en jaque al Tri durante muchos pasajes. Sin embargo, la falta de precisión en el ataque nos negaba irnos con un grito de gol al final de los 45’ iniciales.
La segunda etapa no pudo ser más distinta. La altura comenzaba a afectar las piernas de algunos jugadores peruanos, y eso lo sabía muy bien el técnico norteño, Reinaldo Rueda. Ecuador salió embalado desde que sonó el pitazo que daba por iniciado el complemento y aprovechó los espacios dejados por los nuestros.
Markarián mandó a la cancha a Michael Guevara por Lobatón. Este cambio también le jugó una mala pasada a la blanquirroja. El volante del Boys nunca se metió en el partido, lo que originó un desbalance en la volante peruana. Esto se vio en el primer gol local, ya que Benítez, después de una corrida desde la mitad del campo, llegó al área nacional con facilidad para darle un pase en corto a Edison Méndez, quien con un disparo colocado al palo del arquero puso el primero a los 69’.
Con el equipo de todos cansado y desordenado, los embates ecuatorianos anunciaban un gol más. Así, a los 88’, Ayoví desbordó por el lado izquierdo de la defensa y centró para que el endiablado Benítez la mande a guardar para el 2-0 final.
La altura nos sobrepasó, no estuvimos finos con los pies y los cambios no resultaron. Este es nuestro tercer partido de 16, nuestras posibilidades están intactas. Aprendamos de los errores y sigamos alentando a la selección.dd.
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