Cuando ya estaban listos para celebrar el campeonato número 23 de Alianza Lima, preparando el entarimado, los papelitos picados y los polos con el ‘campeón’ en el pecho, Juan Aurich les puso el ‘pare’ a los íntimos en su propia cancha, y les informó que todavía nada está dicho.
El ‘Ciclón’ les devolvió el gesto a los victorianos y les ganó por 1-0 en su propia casa, con estadio lleno alentando. Ayer, los norteños -que habían perdido por 2-1, el jueves pasado en Chiclayo- sabían que se jugaban la vida y que la única alternativa de resultado en ese partido, era la victoria.
Es así que los visitantes salieron a buscar el encuentro desde el arranque. Por las bandas, Chiroque y Merino hicieron de las suyas, creando peligro en la tienda blanquiazul. Su rápidos y violentos amagues dejaban en el piso a defensas y volantes locales que ya empezaban a preocupar por su inoperancia.
Montaño y compañía apelaron al contragolpe, contrarrestando el domino de los visitantes y creando un primer tiempo de ida y vuelta. La ansiedad, y con ella el juego brusco, se apoderaron del segundo tiempo, anunciando el sinfín de expulsiones que vendrían después.
A los 10’ del segundo tiempo, Bazán es expulsado, y minutos después le anulan un gol a Fernández por introducir el balón con la mano. Estas acciones solo envalentonaron a los chiclayanos para que, a los 63’, Zúñiga ponga el primer y único gol del partido, tras una exquisita jugada realizada por Tejada y Guizasola, en la que este último le da el pase final al ‘Cachete’, para que solo la meta con el abdomen.
Con treinta minutos por jugar y el título escapándosele de las manos a unos y el tercer partido a la vuelta de la esquina para otros, la intensidad del encuentro se incrementó. Tres expulsiones más le aportaron color al segundo partido de los play off, con un resultado que ya estaba definido, un Aurich que hizo negocio en La Victoria, y con los íntimos guardando un posible festejo para mitad de semana.
A las 8 de la noche del miércoles 15 comenzará en el Estadio Nacional otro capítulo de esta angustiosa novela, que determinará por fin al campeón peruano del 2011.dd.
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