Maldición ‘blue’: Chelsea vence 2-1 a Benfica
“Sin mí, el Benfica no ganará un título europeo en 100 años”, fueron
las palabras del técnico austrohúngaro, Bela Guttman hacia los
directivos de Benfica, cuando estos lo cesaron del cargo luego de pedir
un merecido aumento al ganar la Champions League de 1961 y 1962,
últimos títulos en el continente de las ‘águilas’.
Ayer, estas palabras no solo fueron recordadas por los millones de hinchas del elenco portugués, sino también por todo el mundo cuando el Chelsea se consagró campeón de la Europa League al vencer, en el último minuto, 2-1 a Benfica y con ello sustentara, una vez más, la maldición que recae sobre el conjunto rojo, que con esta final, suma seis pérdidas en la región.
Y es que si bien estas pueden parecer meras supersticiones, las múltiples ocasiones de gol falladas en el primero tiempo, cuando los lusos fueron ampliamente superiores, ya presagiaba lo que se venía. Este dominio no pudo ser traducido en el marcador, cosa que los ‘blues’ lograron a los 60’, cuando Fernando Torres dejó atrás a dos jugadores y al arquero para marcar el 1-0 tras un saque desde portería. Sin embargo, ocho minutos después, el paraguayo Óscar Cardozo puso la paridad de penal.
Ayer, estas palabras no solo fueron recordadas por los millones de hinchas del elenco portugués, sino también por todo el mundo cuando el Chelsea se consagró campeón de la Europa League al vencer, en el último minuto, 2-1 a Benfica y con ello sustentara, una vez más, la maldición que recae sobre el conjunto rojo, que con esta final, suma seis pérdidas en la región.
Y es que si bien estas pueden parecer meras supersticiones, las múltiples ocasiones de gol falladas en el primero tiempo, cuando los lusos fueron ampliamente superiores, ya presagiaba lo que se venía. Este dominio no pudo ser traducido en el marcador, cosa que los ‘blues’ lograron a los 60’, cuando Fernando Torres dejó atrás a dos jugadores y al arquero para marcar el 1-0 tras un saque desde portería. Sin embargo, ocho minutos después, el paraguayo Óscar Cardozo puso la paridad de penal.
Cuando la igualdad daba paso al tiempo suplementario, que estaba a
punto de ser ordenado por el árbitro, a los 92’, tras tiro de esquina y
sin marca alguna, el serbio Branislav Ivanovic decretó la consagración
del Chelsea de un certero cabezazo. Con este título, los ingleses son
vigentes campeones de la Champions League –tras coronarse la temporada
pasada ante el Bayern Múnich– y de la Europa League, situación inédita
en Europa.
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