A la Copa. Con un estadio que fue un “infierno
rojinegro” se cerró una campaña para el recuerdo. El marcador (2-0
Alianza) solo fue un detalle de una gran tarde.
Iván Contreras Abarca.
La tarde del 25 de noviembre del 2012 quedará grabada en la historia de Melgar. No solo porque cerró ganando (2-0) a Alianza Lima una campaña para el recuerdo, sino que inició una reconciliación con un pueblo que lo ha vuelto a adoptar en su corazón.
La prueba no era ganar a los “grones” -eso es corolario para cerrar el año-, sino que la valla fue puesta un poco más alta. Habría que convertir el “Monumental Arequipa” en el “Infierno Rojinegro”, y se logró.
Salvo algunos lunares blanquiazules en occidente y en norte, todo el
estadio fue rojinegro, no solo en camiseta sino en pulmón y corazón.
El partido se resume en dos goles del argentino Bernardo Cuesta (36’PT y 86’ST),
su tercer doblete desde que llegó a Arequipa para jugar la liguilla, y
en una superioridad pasmosa que resumió el año de dos equipos. Mientras
Melgar terminó con 15 años sin presencia internacional, Alianza acabó
con la “pesadilla” que fue el 2012.
Ahora hay que pensar en el 2013. Hasta ayer, Zamora no había firmado su renovación. “Parece que no hay papel para imprimir el contrato”, satirizó el sábado en la concentración. Hoy debe hacerlo.
Hasta el 2 de diciembre se quedará en Arequipa, en ese tiempo quiere dejar bien planificada la campaña 2013. La prioridad es renovar al 80% del actual plantel, lo que parece complicado por la cantidad de ofertas que han llegado a oídos de los jugadores. dlr
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