Uno de los mejores futbolistas en la historia del balompié internacional, y uno de los jugadores que se adueñó de su puesto dentro del campo, cuelga los chimpunes a fines de este año. Roberto Carlos da Silva pone fin a su carrera futbolística de 17 años corriendo la banda, dejando boquiabiertos a todos con esa velocidad y potente disparo que lo caracteriza.
El brasileño le contó al diario español Marca que este sería su último año como jugador, debido a que su cuerpo ya no resiste el estilo de juego que ha venido haciendo durante toda su carrera: "Sí, voy a dejar el fútbol. Ha llegado el momento de colgar los botines. Son muchos años. Yo creo que mi cuerpo empieza a no aguantar más tanto trabajo físico, tantos viajes, tantos hoteles. Llevo 17 años jugando como profesional, pero 22 en total corriendo por los campos. Este es mi último año. No me voy porque esté lesionado. Me voy feliz. Me voy porque veo que mi carrera deportiva ya fue completa. Estuve en Palmeiras, Inter, Real Madrid. He vivido todo lo que tenía que vivir como jugador. Ahora quiero descansar y cuidar un poco más de la familia".
Como todo un amante del deporte rey, el astro no se retira del todo, ya que seguirá como ayudante del presidente de su actual club, el Anzhi Makhachkala ruso , para asistir en la creación de la estructura de la institución en los próximos años.
Los inicios de Roberto Carlos en el fútbol fueron desde pequeño. En 1987, a los 14 años, ya estaba en el primer equipo del Unión San Joao, de la ciudad de San Pablo. Al toque, observadores lo llevaron a la selección Sub 20 de Brasil, donde causó buena impresión, y a los 19 ya debutaba en Primera División con el Atlético Minero. Fue tan rápido su ascenso que en 1993, un año después de fichar por el Minero, salió campeón con el Palmeiras en el Brasileirao. Repitió el plato el año siguiente, hasta que dio el gran salto al Viejo Continente. El Inter de Milan fue su primer equipo en Europa antes de llegar al conjunto con el que ganaría todo.
De 1996 hasta el 2007 el brasileño se adueñó de la banda izquierda del Real Madrid, donde sería llamado ídolo por primera vez. Con los madridistas el ‘Cañoncito’ ganaría dos Copas de Europa, dos Copas Intercontinentales, cinco títulos de la Liga española, tres Supercopas de España y tres Champions League.
Pero fue con la selección brasileña en donde Da Silva no solo asombró al mundo pelotero, sino también al científico. El lateral se alzó como campeón en la Copa América de Bolivia en 1997, y fue en ese mismo año donde Roberto Carlos metió el mejor gol de tiro libre de toda la historia del fútbol, el cual fue bautizado como el ‘gol que desafió a la física’. El disparo fue hecho en un partido amistoso ante Francia, donde el brasileño pateó un tiro libre de 35 metros del arco que generó una curva impresionante que dejó a todos boquiabiertos. El gol originó tanto revuelo, que científicos aludidos por el apodo del tanto publicaron un estudio en donde, mediante una ecuación, demostraban que el disparo podía ser replicado.
El año siguiente no pudo gritar campeón en el Mundial de Francia 1998 al perder ante el anfitrión en la final. Pero su consuelo llegó en 1999, cuando ganó la Copa América de Paraguay. En el 2002 su sueño se cumplió al campeonar en el Mundial de Corea y Japón. Es así como Roberto Carlos deja el fútbol después de asombrar a propios y extraños doblando pelotas y coronándose campeón de todo lo que se propuso.dd.
Foto: AFP
No hay comentarios:
Publicar un comentario