Como
nunca, el arribo de la blanquirroja a un país causa desánimo. Las buenas
actuaciones de la selección nacional en las últimas fechas de las
Eliminatorias, junto con la jerarquía puesta en práctica por los
referentes del equipo, han generado que la presencia del combinado
patrio en suelo paraguayo solo les traiga un dolor de cabeza a los
hinchas albirrojos que desde hace mucho tiempo no sufrían tanto con su
equipo.
La
décima jornada de la justa por un boleto al Mundial de Brasil 2014 llegó
muy diferente para ambas escuadras. Por un lado, Perú visita a los
guaraníes en calidad de favorito, sin ninguna baja y con el ánimo al
tope. Con la confianza de un triunfo a cuestas, Sergio Markarián
alinearía el mismo equipo que le ganó a Venezuela en Lima por la séptima
fecha, con Fernández, Yotún, Rodríguez, Zambrano, Advíncula, Vargas,
Cruzado, Ramírez, Farfán, Guerrero y Pizarro.
En
el otro campo se encuentra Paraguay, que pasa por una severa crisis
futbolística que lo aleja considerablemente de su objetivo, con tres
bajas en su equipo titular y un corto circuito entre
selección-hinchada-entrenador. Y es que la mala relación entre el
técnico, Gerardo Pelusso, y el aficionado pasa por las tres derrotas en
la misma cantidad de partidos que tiene en rojo al técnico de
nacionalidad uruguaya. Hasta el propio José Luis Chilavert, excapitán de
la selección albirroja, mostró su descontento con el DT al llamarlo
“incapaz” y acusarlo de “tirar a la borda todo el trabajo hecho por
Gerardo Martino”.
Las
seis derrotas, un empate y una sola victoria hicieron que la furia del
pueblo también tocara a los jugadores, que respondieron mediante el
atacante Haedo Valdez. “Agradezco de todo corazón a los pocos que nos
siguen apoyando. En cambio, lamento lo del resto. Nosotros venimos por
un dinero de mierda y nos tratan así. Se olvidan de un día para otro de
las alegrías que les dimos”, dijo el jugador del Valencia.
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