Esquivó los abanicos que le salpicaban lodo, rompió con su madurez la telaraña del conformismo y hoy más que nunca sueña con cantar el Himno Nacional en el debut de las Eliminatorias ante Paraguay. Wilmer Aguirre conversó desde México con Líbero y le confesó que leyó con el corazón en la mano las palabras de Sergio Markarián, que desmenuzaban su posible convocatoria para los amistosos ante Bolivia. José Luis Saldaña
Según palabras del profesor Markarián, todo haría indicar que serás convocado ante Bolivia...
Hace unos días leí esas declaraciones en tu diario. Por ahora, hay que esperar que pueda ser convocado, primero hay que ver que salga la lista. Ojalá que se pueda dar, uno se ilusiona con esas noticias, si llega el momento de defender los colores de mi patria, voy a dar todo por esa camiseta. Para cualquier jugador es un orgullo estar en su selección.
De concretarse, ¿pensaste que tu regreso al equipo de todos se podía dar tan rápido?
Siempre pienso en la selección y uno trabaja fuerte en su equipo para estar ahí. Si bien no estuve en la Copa América, siempre trabajó para eso. Los muchachos que estuvieron lo hicieron de la mejor manera. Si me llaman no desaprovecharé la oportunidad y pondré lo mejor de mí.
Por tus características de juego, ¿crees que te acoplarías rápido al sistema de Markarián?
Sin duda creo que me puedo acoplar a cualquier sistema. Una de mis virtudes es la velocidad y hoy los equipos necesitan jugadores que te corran siempre. Además, miré al equipo en la Copa América y desarrolló una idea moderna de juego. Además, ya trabajé con el profesor y sé lo que busca de cada uno de los jugadores. Pero quiero esperar a que se dé la noticia.
Contra Bolivia en La Paz serías una carta interesante, por lo que en México estás jugando mayormente en altura...
Bueno, no soy un jugador netamente de altura, pero sí puedo jugar sin ningún problema. Más allá de todo, la exigencia acá es fuerte, no solo por ese factor, sino por el juego de los equipos. De ahí en más puedo sentirme tranquilo en ese aspecto porque ya he sumado una ampia experiencia. Los jugadores peruanos en su gran mayoría ya saben lo que es esta experiencia.
El sueño de todo jugador sería cantar el himno de tu patria en un Mundial, ¿te has imaginado en esa situación?
Cantar el Himno Nacional y mirar los colores de tu país en un evento así debe ser lo más grande para cualquier peruano. Yo sería el más feliz, así lo mire por televisión. Uno vibra con esta selección y está contento por lo que vienen haciendo los compañeros. Si me toca estar en esa situación, seguramente será uno de los mejores momentos de mi vida.
Muy al margen del tercer lugar logrado en la Copa América, ¿sientes que el fútbol peruano está creciendo?
Más allá de esa inolvidable Copa América hay aspectos que nos faltan mejorar. Pero ahora hay más jugadores en el exterior. Hay material para soñar y cambiar de una vez por la historia. A eso hay que agregar que uno se siente tranquilo al tener a Farfán, Vargas, Guerrero y Pizarro con nosotros.
En México hoy por hoy eres nuestro principal embajador, ¿cómo tomas esa responsabilidad?
Por suerte me he ganado con mucho esfuerzo y dedicación un respeto en un torneo competitivo. Ahora te miran distinto, sobre todo al peruano. Ya tengo mi tercer torneo acá y me siento muy tranquilo y contento. Además, los compatriotas que siempre han estado acá dejaron en alto el nombre del Perú.
La gente, seguramente, se debe identificar contigo...
La gente siempre está con uno, ahí apoyándome. Me han mostrado su cariño y eso es algo que uno trata de retribuir desde la cancha. En México el fútbol se vive de manera muy especial y la competencia es fuerte. Uno tiene que trabajar más duro cada día. Siempre aparecen jugadores de gran nivel.
¿Regresar a Europa es tu mayor revancha?
De alguna manera sí. Sé que en algún momento volveré para dar lo mejor de mí. No trato de desesperarme y voy a caminar de a pocos. Las cosas buenas van a llegar a su tiempo.
¿Wilmer Aguirre está en el mejor momento de su carrera futbolística?
Siento que puedo dar más todavía. Pero estoy muy tranquilo y maduro. Eso es lo importante, lo que venga después ya se verá. Igual siempre voy a entrenar para crecer aún más.
(Fuente: Líbero)
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