martes, 7 de octubre de 2014

Revolución y sus frutos

Revolución y sus frutos 

 

El éxito de la selección alemana en Brasil 2014 se inició hace diez años con cambios drásticos de su federación
Bien dicen que los triunfos y grandes hazañas se consiguen a base de esfuerzo y un trabajo planificado. Que todo sacrificio es recompensando. Eso es exactamente lo que logró Alemania el domingo.
El 2002 los teutones perdieron la final de la Copa de Mundo ante Brasil al mando de Rudi Voller. Desde ese fracaso, la Federación Alemana de Fútbol (DFB) se convenció que con su característico estilo de juego no llegarían lejos. El fútbol directo, el de llegar al arco con los menos pases posibles, era obsoleto.
Fue así como se originó una revolución dentro de la DFB: se capacitaron a miles de nuevos técnicos con un nuevo sistema que priorizaba la asociación de sus jugadores, apoyo ofrecido en el espacio para el juego ofensivo y defensivo, toques de primera intención, etc. Asimismo, se crearon escuelas de fútbol para dotar de técnica a los futuros seleccionados, se adoptaron nuevos manuales de entrenamiento y se invirtió en la ciencia del deporte.
Con todo esto puesto en marcha, se buscó a un técnico de perfil ofensivo, pero abierto a trabajar con este nuevo rumbo. Jürgen Klinsmann llegó al cargo en 2004 (tras la Eurocopa de ese año) y de asistente escogió a su amigo y excompañero en el Stuttgart, Joachim Löw. En su primera prueba fueron los anfitriones de la Copa del 2006. Cayeron en semifinales y el segundo pasó a comandar.  
La era Löw
 
Con el buzo puesto, cayó en la final de la Eurocopa 2008 ante una España que comenzaba a asombrar al mundo con el ‘tiki-taka’. La arriesgada apuesta comenzaba a dar sus frutos, pero todavía no era suficiente. Llegó Sudáfrica 2010 y nuevamente cayeron (semifinales) ante el poderoso cuadro ibérico.
Con la base del torneo africano (Müller, Ozil, Kroos, Neuer, Khedira, Lahm y Schweinsteiger), la ‘Mannschaft’ llegó a Brasil consolidado y con el potenciado y rebautizado ‘tiki-taken’ como principal arma.
Tras diez años de preparación, la tierra sudamericana sería testigo de la renovada Alemania. Una  nueva generación estaba preparada para el reto y más. Apenas en el primer partido asombraron: golearon 4-0 al Portugal de Cristiano Ronaldo. Luego, tras una sólida actuación, hicieron historia al humillar 7-1 a Brasil en semifinales, con lo que ya tenían el mundo a sus pies.
Con jugadores polifuncionales que crearon un juego colectivo esplendido, con la posesión  como principal objetivo, la búsqueda constante del espacio y movimiento de balón, los teutones se adueñaron de la pelota en todos sus partidos. Brindaban un concierto de pases, siempre priorizando la habilitación al compañero antes de una individualidad. Fueron una máquina bien aceitada que nunca perdió su identidad.
Vencieron a Argentina en la final y el trabajo de una década rindió sus frutos luego de una sequía de 24 años. Perú no va a un Mundial hace 32 ¿Qué tiene que pasar para que el milagro se realice?
Megáfono. Joachim Löw: (DT de Alemania): “El trabajo empezó hace diez años con Jürgen Klinsmann. El título tenía que venir, habíamos estado mejorando durante diez años”.dd
Foto: AFP

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