sábado, 28 de julio de 2012

¡HEY YOU, LONDRES!


¡HEY YOU, LONDRES!
Dicen que cada ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos es distinta, que no se pueden comparar, y no se equivocan. Si Beijing nos dejó a todos con la boca abierta hace cuatro años, ayer Londres no se quedó atrás con una fiesta al más puro estilo inglés: elegante, majestuosa, con lo mejor de la música que nos ha regalado el país de los Beatles en las últimas décadas -quizás el mejor rock de todos los tiempos- y una cuota de humor que tuvo momentos realmente cumbres, con ese gran comediante que es el mundialmente conocido como Mr. Bean.
 
Si bien la impresionante apertura comenzó a las 9 pm de Londres (3 pm de Perú), todo empezó muy temprano en la capital inglesa cuando la campana del famoso Big Ben -legendario reloj del Palacio de Westminster- sonó 40 veces, junto a todas las campanas del Reino Unido y a todos aquellos que quisieron sumarse a la iniciativa, durante tres minutos, entre las 8:12 y 8:15 am. Este fue un hecho histórico, ya que es la primera vez que el Big Ben suena a una hora distinta de su horario regular.
 
 
UNA MIRADA AL PASADO
 
Por la noche todas las miradas se trasladaron al Estadio Olímpico de Londres, ese fantástico escenario construido especialmente para los JJ.OO., con un presupuesto de 537 millones de libras esterlinas y una capacidad para 80 mil espectadores. Ahí todo comenzó con una extraordinaria recreación de siglos de historia británica, que arrancó con una campiña antigua, distribuida a lo largo del campo central, que se vio destruida -de pronto- cuando desde el suelo empezaron a surgir unas impresionantes chimeneas industriales, de aproximadamente 30 metros de alto.
 
Era el inicio de la revolución industrial, perfectamente recreada por el cineasta británico Danny Boyle, director artístico de la ceremonia y ganador de varios premios Óscar con la película Slumdog Millionaire (Quiere ser millonario). En ese contexto, con plantas siderúrgicas antiguas, los cientos de personajes que en ese momento estaban en escena forjaron los cinco aros olímpicos, que luego se elevaron irradiando fuegos artificiales, en uno de los momentos más emotivos del evento.
 
 
LA MÚSICA FUE PROTAGONISTA
 
Acto seguido se dio paso a la magia, con decenas de niños en camas de hospital, resguardados por igual número de enfermeras, quienes fueron ‘atacados’ por algunos de los villanos más famosos de la literatura británica, como Cruella de Vil, el Capitán Garfio y la Reina de Corazones de Alicia en el País de las Maravillas. Claro que el mal no podía triunfar en el magno evento del deporte, por lo que del cielo aparecieron varias Mary Poppins al rescate, volando con sus clásicos paraguas.
 
De ahí en más la música se apoderó del espectáculo. Desde la sinfónica de Londres que interpretó la magnífica Chariots of Fire, teniendo en Mr. Bean a un curioso integrante, que se dedicó a tocar una sola tecla durante toda la pieza, mientras soñaba con una novedosa escena de la película del mismo nombre, en uno de los momentos más divertidos de la jornada. Pasando por el homenaje a los diferentes estilos musicales que han hecho famosa a Inglaterra desde la década del 60, con piezas de los Beatles, Rolling Stones, David Bowie, Queen, Sex Pistols, Clash, entre otros.
 
Hasta la gran interpretación musical de Paul McCartney, quien con su clásica ‘Hey Jude’ cerró con broche de oro una noche memorable, que permanecerá para siempre en las retinas de las decenas de miles de personas que tuvieron el privilegio de ver en vivo el espectáculo, de los más de 10 mil atletas que desfilaron por la pista atlética y de los miles de millones de espectadores que contemplaron la inauguración alrededor de todo el globo. Solo nos queda decir, haciendo rima con la gran canción del ex Beatle: ¡Hey you, London, te luciste!dd

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