ALINEACIONES
R. Madrid: Casillas; Arbeloa, Ramos, Albiol, Marcelo; Lass, Alonso, Pepe; Ozil (Adebayor), Ronaldo, Di María
Barcelona: Valdez; Alves, Mascherano, Piqué, Puyol; Busquets, Xavi, Keitá; Villa (Sergi Roberto), Messi y Pedro (Afellay).
Expulsaron a Pepe y Barcelona encontró más espacios. Messi se dio un banquete y anotó los goles con que los catalanes vencieron 2-0 a Real Madrid por la ida de la semifinal de la Champions League.
Esta vez Real Madrid defendió unos metros más atrás. Barcelona manejó el balón, pero eran pocas las situaciones de peligro que generaba. La debacle de José Mourinho y sus pupilos llegó con la expulsión de Pepe. La estrategia debió cambiar, pero no ocurrió; haciéndole más fácil el trabajo a los de Josep Guardiola.
El excelente dominio de balón de Barcelona fue improductivo en LA PRIMERA mitad. Real Madrid no presionó tan arriba como en la final de la Copa del Rey, ahora lo hizo a unos 30 metros de su área e igual le funcionó. Los catalanes chocaban contra el muro blanco y se vieron obligados a retroceder el balón hasta llegar al mismísimo arquero Valdez.
La acción se repitió una y otra vez porque Barcelona no encontraba la forma de entrarle al Madrid. Lass quitó varias pelotas y atrás suyo estuvo Xavi Alonso para ser el apoyo ante la falta de técnica del francés. Por izquierda, Marcela hizo un trabajo generoso, marcando y atacando junto a Di María.
La ausencia de Iniesta le quitó a Xavi a su mejor socio, pero con el transcurrir del partido le dejó el completo protagonismo. Ahora no lo compartió con nadie. Si bien Messi fue el autor de los dos goles, Xavi fue el mejor del partido porque guió las acciones catalanas aun cuando se pensó que podían caer en la desesperación por no poder entrar en el área blanca.
Ronaldo se desesperó porque sus compañeros no presionaron en campo contrario. Al portugués le gusta tener el balón y por eso quería recuperarlo cuanto antes. Sin embargo, sus compañeros siguieron las rigurosas instrucciones que Mou dio en el camerino.
Hasta ahí todo le salía perfecto al estratega blanco. Su equipo regaló el balón y eso a él poco le importó. Total, varias veces ha ganado con esa válida estrategia.
Para la segunda mitad metió a Adebayor en lugar de Ozil, pero el togolés no tuvo la clase para jugar este partido. En cambio, Guardiola no tocó a su equipo. El azulgrana no supo cómo romper el esquema defensivo rival y lo dejó todo en los pies de sus jugadores. Apostó por la capacidad de su tridente: Pedro, Messi y Villa.
Su apuesta siguió siendo poco efectiva, hasta que la apresurada expulsión de Pepe le cayó como ayuda divina. El luso fue a una jugada dividida con Mascherano y el árbitro le mostró la roja directa (60 minutos). Si Guardiola no cambió su idea cuando estaban once contra once, mucho menos lo iba a hacer al tener superioridad numérica.
Solo metió a Afellay en lugar de Pedro para darle mayor velocidad al lado derecho y con espacios le funcionó. Gracias al desborde del holandés y a la genial aparición de Messi, Barcelona se puso en ventaja (76’).
Mourinho tampoco cambió y dejó que su equipo sea presa fácil. Ni se resguardó, ni refrescó el ataque. El ambiente fue delicioso para Messi, que hizo una jugada como hace tiempo no le veíamos, llevándose a cuanto zaguero le salió al frente y anotando un gol (86’) que le dio al Barcelona un boleto y medio para la final. El cotejo de vuelta se jugará el martes 3 en el Camp Nou.dlp.
Erick Garay Alberto
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