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La acción más recordada del partido será aquella en donde Larry Yáñez y Juan Carlos Mariño se agarraron a cachetadas, tipo novela mexicana. El de Cobresol y el de Cienciano, respectivamente, se enfurecieron luego de una falta y al árbitro Miguel Santiváñez no le quedó más remedio que mandarlos a las duchas.
Esto ocurrió a los 15 minutos del partido en Moquegua, afectando el rendimiento de ambas escuadras. Tanto así que al final del encuentro, el 0-0 fue castigo para ambos. Pero Cienciano no lo sintió tanto así. Primero porque jugó de visitante y segundo porque al ver el planteamiento que propuso, demostró claramente que fue al estadio 25 de Noviembre para no perder. Se preocupó mucho más en cuidar su arco. A pesar de ello, en una de las primeras jugadas pudo abrir el marcador luego de una buena combinación entre Ibarra y Olascuaga. Este último no controló el balón, metido en callejón por el Checho, y desperdició una inmejorable ocasión de gol.En Cobresol, la desesperación se apoderaba cada vez más de Donny Neyra. En su afán por habilitar a los atacantes, el mediocampista lanzó varios pases pero todos errados. Con el transcurrir de los minutos esta intención se fue diluyendo, pues no consiguió su propósito.
Pero si por él no fue, Cobresol generó situaciones vía remates de media distancia. Si Cienciano no perdió fue gracias al arquero Noriega.
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