El catarí Nasser Al-Attiyah llegó a Lima y probó su
buggy en las dunas de San Bartolo. “Vamos a dar lo mejor para quedar
entre los primeros”, le dijo a La República.
Isabel Carreño G.Los desiertos son su hábitat natural, tiene un título real, gran carácter y una amplia sonrisa. El príncipe Nasser Al-Attiyah ya está en Lima y es uno de los favoritos para ganar la corona del Rally Dakar 2013. En la víspera probó su poderoso buggy en las dunas de San Bartolo y La República fue testigo in situ de su gran talento frente al volante.
En plenas dunas de San Bartolo, encontramos a Al-Attiyah con su equipo mecánico revisando cada detalle del auto. A su lado su compañero de equipo el español Carlos Sainz hacía lo propio.
Luego de los chequeos respectivos, Al-Attiya tuvo su primer contacto con el vehículo. Con un manejo aguerrido el buggy surcaba por las dunas dejando una estela de arena por donde pasaba.
Fuera y dentro del automóvil, Al-Attiyah no solo destaca por su gran desempeño como piloto, sino también por su gran carisma que lo tiene entre los más queridos por la afición.
Tras algunas “vueltas” regresaba a su centro de pruebas, muy cerca del ‘Príncipe’ se encontraban las motos del equipo KTM donde el francés Cyril Despres daba cátedra con su inseparable nave y conversaba en los recesos con Al-Attiyah.
“La sensación dentro del buggy es muy buena. Vinimos a probar y hacer una buena configuración para la carrera, principalmente para las etapas de Perú porque es un desierto amplio que no conocemos y no va a ser fácil. Estas pruebas son muy buenas para nosotros”, comentó el catarí que este año estrenará su propio equipo: Qatar Red Bull Rally Team.
Con respecto a las etapas que se disputarán en suelo peruano en los desiertos de Pisco, Nasca y Arequipa, Nasser apuntó que no serán fáciles porque será muy fundamental el comportamiento del auto nuevo a lo largo de los 15 días de carrera.
“Vamos a dar lo mejor de nosotros y trataremos de quedar entre los primeros”, aseguró Al-Attiyah a La República, aunque también precisó que “este es un proyecto de largo plazo” y en tres años esperan lograr estar en lo más alto del podio.
“Estamos muy contentos de estar en Perú, la gente es fantástica y hemos encontrado mucho apoyo acá, es una buena ciudad”, agregó con los ánimos al tope y relajado pese a que están a un día de iniciar el Rally más difícil del mundo.
Nasser también compartió y subió al buggy a su amigo y piloto peruano, Nicolás Fuchs, quien estuvo en las pruebas desde muy temprano y se dio unas vueltas con el catarí. Ambos se hicieron amigos en el Rally de Argentina y desde entonces no han dejado de comunicarse.
El año pasado, Al-Attiyah, compitió a bordo de la Hummer de Robby Gordon pero lamentablemente tuvo que abandonar, luego nació la idea de crear su propio equipo. En junio, el catarí viajó con su propio ingeniero y la empresa estadounidense Demon Jeffries para diseñar el Buggy tal cual lo soñaba, siguió toda la construcción por videoconferencias.
Pese a ser príncipe, es primo directo del emir de Qatar, el jeque Hamad bin Jalifa al Thani, no tiene poses de divo. Es bastante conocida la historia de que en 2011, durante una etapa en Iquique, vio en plena carrera una bandera de Qatar y detuvo su coche para saludar a los fanáticos. Luego invitó al aficionado chileno a conocer su país. Hoy este carismático príncipe está en Perú y buscará coronarse Rey del Dakar 2013.
EN CIFRAS
1989 debutó en las competencias automovilísticas.
2006 se coronó campeón de la categoría Producción del Rally Mundial.
2011 logró conseguir la victoria en el Rally Dakar a bordo de un Volkswagen.
dlr
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