-Esta es su primera vez en el Dakar. ¿Qué lo hizo decidirse a participar en esta aventura de 15 días?
Bueno, yo creo que para todo motero la posibilidad de participar en el Dakar es un sueño y el hombre está buscando sueños todos los días, así que entre febrero y marzo me decidí.
-¿Cuánto tiempo viene practicando el enduro?
Vengo practicando el enduro (modalidad del motociclismo) hace ocho años. He participado en los campeonatos nacionales que se corren desde hace cuatro años y que son a nivel descentralizado. Hemos estado en Lima, Chincha y Arequipa. Vamos a estar en Ayacucho para el próximo año. Pasamos por todo tipo de terreno: trocha, duna, tierra, roca, cascajo, río seco, de todo. Pero el Dakar es algo distinto, es una mezcla de varias fechas al mismo tiempo, con diferentes terrenos y con situaciones adversas que tienes que ir superando en el camino.
-¿Cuánto más complicado es estar en una moto en el Dakar que en un automóvil?
Bueno, todo tiene su complicación, pero, definitivamente, yo creo que al estar en una moto tú tienes que ser el piloto y el navegante a la vez. Tienes que estar pendiente de ambas cosas y al mismo tiempo tienes que estar parado la mayor cantidad de tiempo porque tienes que mirar bien qué tipo de terreno tienes al frente, y así ir calculando. Pero, al final, creo que cada vehículo tiene su grado de dificultad.
-¿Qué tipo de equipo lleva un motociclista en el Dakar?
Llevamos un traje de protección de la cintura para arriba, que te protege el cuello, cabeza, hombros, clavícula, columna, pecho, codos… en general, es un traje completo. También llevamos rodilleras y botas especiales. Aparte de eso, una casaca, que es bastante resistente pero liviana, y el camelback con tres litros de Gatorade. Todo pesa alrededor de 12 kilos. Es por ello que tenemos que ir lo más ligeros posible. Además, llevamos ciertas herramientas pegadas en la moto, como brisas en el caso de que te remolquen o que tú remolques a alguien. Todo esto fuera de todos los sistemas de comunicación y navegación que llevamos en la parte delantera.
-Ustedes no llevan llantas de repuesto. ¿Cómo hacen con este aspecto tan vital para su continuidad en la carrera?
Las llantas que llevamos tienen un mousse, es como una dona que tiene un compuesto semiduro que sirve como una cámara que siempre va a estar inflada. Eso hace que cuando se te meta un clavo o choques una piedra a alta velocidad, la llanta no se reviente. Se te puede desenllantar, pero no se va a reventar. Eso es una pequeña ventaja porque si se te revienta una llanta en plena carrera, tendrías que desenllantar, y eso te quita tiempo.
-Pero usted trae al Dakar algo más que experiencia en una moto. ¿Usted fue militar?
Sí, yo soy FOES (Fuerza de Operaciones Especiales) calificado de la Marina de Guerra del Perú. Me retiré hace diez años siendo capitán de corbeta, pero siempre mantengo un ritmo de entrenamiento. Procuro siempre mantenerme en forma, pues no solo hago enduro, sino que también juego fútbol y hago natación. Me gusta estar en un estado físico óptimo.
-Tengo entendido que para llegar a ser un FOES se necesita un entrenamiento especial. ¿Qué tipo de pruebas tenían que pasar?
Sí, es un entrenamiento que dura alrededor de doce meses. Tiene varias etapas y es bastante exigente desde el punto de vista físico, técnico y mental. La parte física y mental era del día a día, y si a eso le sumas lo que se llama la “semana del infierno”, que es una parte dentro de la primera etapa en la que te someten a las mayores exigencias, con cero sueño durante cinco días, tenías que soportar situaciones de depresión mental y física con el único objetivo de formar el carácter y la parte física del ‘demoledor’. Es un reto que tienes que llevar día a día.
-¿En las misiones en las que participó tuvo que servir en el tipo de ambiente que enfrentará en el Dakar?
Algunas misiones de ejercicio y los operativos se daban en el desierto, por lo que no me es poco familiar el escenario sobre el cual vamos a trabajar. Claro, acá es diferente porque acá tienes un tiempo a superar y, además, estás en una moto, lo que, generalmente, no usas durante un operativo. Pero lo que sí tiene de parecido es que tienes que superar obstáculos.
-También los preparan para soportar el umbral del dolor y situaciones extremas. Sin duda, este entrenamiento le servirá para enfrentar las adversidades que el Dakar le proponga. ¿Cree que tiene cierta ventaja sobre los demás competidores?
Espero que sí, pero espero no tener que llegar a superar el umbral del dolor (risas). Pero sí, definitivamente voy a recordar muchos momentos de mi entrenamiento para poder superar lo que me proponga el Dakar. No sé si tendré alguna ventaja porque cada uno tiene una experiencia distinta. Hay varios pilotos que tienen muchas participaciones en Dakar, este es el primero para mí. Todo el mundo tiene algo con lo que tener una ventaja sobre el compañero y al final la competencia es contra el terreno y contra uno mismo.
-El francés Cyril Despres y el español Marc Coma han liderado la carrera durante estos últimos años. ¿Los ha estudiado?
Conozco a Cyril porque vino hace un par de años al Perú; es un tipo espectacular, bastante sencillo. Pero estudiarlos es un poco difícil porque son profesionales que se dedican a esto. Ellos te cuentan sus experiencias y te aconsejan qué deberías hacer, siendo no profesional, porque cada uno tiene su forma de enfrentar la carrera. Además, ellos tienen un enfoque diferente de la carrera porque van para ganarla.
-¿Cuál es su objetivo para este Dakar?
Entrar a Santiago. No hay puesto importante para un debutante más que llegar bien, llegar completo para abrazar a la familia en la llegada.
¿Quiénes son los FOES?
La Fuerza de Operaciones Especiales (FOES) de la Marina de Guerra del Perú fue creada en 1969 por el exvicepresidente de la República del gobierno de Alan García y vicealmirante en situación de retiro Luis Giampietri Rojas.
En esos tiempos fue creada como la Escuela de Demolición Submarina para después dividirse en el Grupo de Demolición Submarina, Grupo de Operaciones Especiales y, finalmente, desde el 1 de diciembre de 1980, convertirse en la Fuerza de Operaciones Especiales, conformada por buzos, paracaidistas, saboteadores, agentes de inteligencia y especialistas que siempre se caracterizan por ser componentes de una fuerza de élite.
Su entrenamiento es versátil y abarca las técnicas de guerra no convencionales en aire, mar y tierra, utilizando todos los medios de infiltración disponibles para desarrollar las más variadas incursiones operativas. Pueden desde atacar a unidades navales con buzos de combate hasta operaciones de paracaidismo operacional, virtudes que los convierten en invisibles para la penetración y, para el enemigo, la peor pesadilla hecha realidad.
La admisión de estos operadores es tan selecta que, de 40 postulantes, menos de diez suelen pasar todas las pruebas a las que son sometidos. Los FOES son un símil de los SEALS (comandos de mar, aire y tierra) de Estados Unidos. Estas fuerzas especiales, que son consideradas como una de las mejores del mundo, fueron las causantes de la muerte del terrorista Osama bin Laden en mayo del año pasado. Es por ello que para perfeccionar aún más sus habilidades, las ‘Focas’, como son conocidos, viajan a tierras norteamericanas para tomar cursos con estos comandos.dd
Ricardo Narváez
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