Lea "Todos extrañamos a Ronaldinho", la columna de Eloy Jáuregui
Brasil
empata con México y es la primera alerta de la trayectoria al título.
Los mexicanos en lo suyo y un “Scratch” que no supo horadar a la defensa
de los rojos que cumplieron con su historia: que no los goleen y a ver
si se ganan alguito.
El “Chavo del Ochoa”, el portero mexicano, fue figura. Eso habla de que Brasil le llegó con contundencia. Pero siempre el manotazo, el planchón y esta “Canarinha”, que dejó más dudas que aciertos en el gigante de Fortaleza.
Y cuando se esperaba que salgan a brillar las luces brasileñas, estas se opacaron. Y extrañamos a Ronaldinho. Que con él ganaban y de lejos. Porque si algo le falta a este equipo de Felipao es brillantez, luego, tienen sistema, estructura y mecánica de juego. Pero cuando un equipo se tira atrás, como los mexicanos, solo queda el choque y el rebote, y así no se ganan los partidos. Faltó ingenio, sobraron ganas.
Y la mejor atacada de este Mundial estuvo a cargo del “Memo” Ochoa. Luego de un centro de Dani Alves, el cabezazo de Neymar, la pelota que se clavaba en el ángulo a la derecha del portero mexicano y ese brazo que la saca con las uñas. Brasil siempre fue mejor que este México. Y los de Felipao dominaban la pelota y el partido, aunque el “Tri” cuando daban el paso hacia adelante, generaba peligro mortal. Y si no, pregúntenle a Julio César que estuvo de obrero y revolcándose como un chanchinho.
Brasil remplazó esta vez a Hulk por Ramires. Y aunque todos saben la lección y manejan un código, a los del “Sracht” les costaba llegar. Y uno sabe que los locales son superiores, por organización y figuras. Pero ahora sí el peso del compromiso les pasó su factura. Brasil al final del primer tiempo se fue envuelto de dudas. No es fácil jugar bien, rendir espectáculo y vencer el peso de ser locales y la obligación de no perder ningún juego. Para los brasileños, si quieren llegar a instancias mayores, cada partido será una final.
William, Jo y Bernard son buenos jugadores, pero no hacen la diferencia. Todos debutaban en el Mundial y para destacar en este partido se debe mostrar genialidad y lustre, lamentable, ninguno de los tres es algo que se parezca a Neymar. Por ello mis dudas y reticencia. ¿Puede este Brasil ser campeón en casa? Sí, pero tiene que ser rotundo. Y este Brasil, ayer frente a México, un remedo del equipo que arrolló en el ‘Confederaciones’. Esperaré.
Y Bélgica tardó una hora en romper líneas, meter a Fellaini y desestructurarse un poco en pos de atacar. Así, los europeos voltearon el encuentro y le ganaron 2-1 a Argelia. En realidad, le ganaron siempre y no es justo ese resultado mezquino. Esta Argelia debe ser una de las selecciones más humilde del torneo. Bélgica, sin pretensiones desmesuradas, advirtió que la paciencia para hacer circular la pelota podía transformarse en pasividad. Mahrez y Feghouli se colaban entre ese 4-1-4-1 con el que arranca cada jugada.Y vino el penal infantil de Vertonghen y el gol de Feghouli. Así, todo se derrumbó para Argelia y a otra cosa, mariposa.Y hoy le voy a Chile frente a España.dd
El “Chavo del Ochoa”, el portero mexicano, fue figura. Eso habla de que Brasil le llegó con contundencia. Pero siempre el manotazo, el planchón y esta “Canarinha”, que dejó más dudas que aciertos en el gigante de Fortaleza.
Y cuando se esperaba que salgan a brillar las luces brasileñas, estas se opacaron. Y extrañamos a Ronaldinho. Que con él ganaban y de lejos. Porque si algo le falta a este equipo de Felipao es brillantez, luego, tienen sistema, estructura y mecánica de juego. Pero cuando un equipo se tira atrás, como los mexicanos, solo queda el choque y el rebote, y así no se ganan los partidos. Faltó ingenio, sobraron ganas.
Y la mejor atacada de este Mundial estuvo a cargo del “Memo” Ochoa. Luego de un centro de Dani Alves, el cabezazo de Neymar, la pelota que se clavaba en el ángulo a la derecha del portero mexicano y ese brazo que la saca con las uñas. Brasil siempre fue mejor que este México. Y los de Felipao dominaban la pelota y el partido, aunque el “Tri” cuando daban el paso hacia adelante, generaba peligro mortal. Y si no, pregúntenle a Julio César que estuvo de obrero y revolcándose como un chanchinho.
Brasil remplazó esta vez a Hulk por Ramires. Y aunque todos saben la lección y manejan un código, a los del “Sracht” les costaba llegar. Y uno sabe que los locales son superiores, por organización y figuras. Pero ahora sí el peso del compromiso les pasó su factura. Brasil al final del primer tiempo se fue envuelto de dudas. No es fácil jugar bien, rendir espectáculo y vencer el peso de ser locales y la obligación de no perder ningún juego. Para los brasileños, si quieren llegar a instancias mayores, cada partido será una final.
William, Jo y Bernard son buenos jugadores, pero no hacen la diferencia. Todos debutaban en el Mundial y para destacar en este partido se debe mostrar genialidad y lustre, lamentable, ninguno de los tres es algo que se parezca a Neymar. Por ello mis dudas y reticencia. ¿Puede este Brasil ser campeón en casa? Sí, pero tiene que ser rotundo. Y este Brasil, ayer frente a México, un remedo del equipo que arrolló en el ‘Confederaciones’. Esperaré.
Y Bélgica tardó una hora en romper líneas, meter a Fellaini y desestructurarse un poco en pos de atacar. Así, los europeos voltearon el encuentro y le ganaron 2-1 a Argelia. En realidad, le ganaron siempre y no es justo ese resultado mezquino. Esta Argelia debe ser una de las selecciones más humilde del torneo. Bélgica, sin pretensiones desmesuradas, advirtió que la paciencia para hacer circular la pelota podía transformarse en pasividad. Mahrez y Feghouli se colaban entre ese 4-1-4-1 con el que arranca cada jugada.Y vino el penal infantil de Vertonghen y el gol de Feghouli. Así, todo se derrumbó para Argelia y a otra cosa, mariposa.Y hoy le voy a Chile frente a España.dd
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