Tras anotar el tercer gol peruano y el segundo en su cuenta personal, Paolo Guerrero se perdió en un interminable abrazo con el entrenador Sergio Markarián, quien haciendo gala de la magia que desde siempre se le atribuye, guió al equipo partido a partido, hasta llegar a ese momento.
Quedaban segundos para que finalice el encuentro y Perú, con dos goles arriba en el marcador, seguía atacando, seguía intentando. Es que ganar no era suficiente, tenía que ser un gran triunfo, una goleada que le permita a los nuestros sacarse la rabia contenida desde el martes. Y así fue. Paolo Guerrero, el hombre que se puso el equipo encima, se despidió anotando un ‘hat trick’.
En los descuentos, con toda la selección venezolana tirada al ataque, volvió a aparecer la estrella del equipo para anotar el cuarto y sellar con broche de oro la espectacular campaña que ha hecho en la Copa.
Perú salió desde el arranque a matar. A diferencia de otros partidos, de todos sus partidos, no especuló cuando tuvo la pelota en los pies, sino que atacó de manera rápida, buscando siempre el error del rival y confiando plenamente en la potencia de ese luchador imparable que es la verdadera consolidación de la Copa.
Markarián entendía que después de todo el esfuerzo, no podían irse con las manos vacías. Ya en la previa había advertido: “Ese partido lo vamos a jugar en serio”, fue con esa mentalidad que mandó al campo a todas sus armas. Jugadores que partido a partido han demostrado que lo dan todo por la camiseta peruana. Un grupo que de la mano del ‘mago’ le ha devuelto a los hinchas la ilusión, las ganas de juntarse un domingo a ver un partido, que hizo sonar las bocinas de los autos -cuyos dueños habían decorado orgullosos de rojo y blanco-, y que hoy, después de 36 años, nos permite ver a una selección de fútbol subir al podio y hacer noticia en el mundo.dd.
Quedaban segundos para que finalice el encuentro y Perú, con dos goles arriba en el marcador, seguía atacando, seguía intentando. Es que ganar no era suficiente, tenía que ser un gran triunfo, una goleada que le permita a los nuestros sacarse la rabia contenida desde el martes. Y así fue. Paolo Guerrero, el hombre que se puso el equipo encima, se despidió anotando un ‘hat trick’.
En los descuentos, con toda la selección venezolana tirada al ataque, volvió a aparecer la estrella del equipo para anotar el cuarto y sellar con broche de oro la espectacular campaña que ha hecho en la Copa.
Perú salió desde el arranque a matar. A diferencia de otros partidos, de todos sus partidos, no especuló cuando tuvo la pelota en los pies, sino que atacó de manera rápida, buscando siempre el error del rival y confiando plenamente en la potencia de ese luchador imparable que es la verdadera consolidación de la Copa.
Markarián entendía que después de todo el esfuerzo, no podían irse con las manos vacías. Ya en la previa había advertido: “Ese partido lo vamos a jugar en serio”, fue con esa mentalidad que mandó al campo a todas sus armas. Jugadores que partido a partido han demostrado que lo dan todo por la camiseta peruana. Un grupo que de la mano del ‘mago’ le ha devuelto a los hinchas la ilusión, las ganas de juntarse un domingo a ver un partido, que hizo sonar las bocinas de los autos -cuyos dueños habían decorado orgullosos de rojo y blanco-, y que hoy, después de 36 años, nos permite ver a una selección de fútbol subir al podio y hacer noticia en el mundo.dd.
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