¡Se acabó! Manuel Burga no va más en la FPF
El máximo directivo del fútbol nacional confirma que no se presentará en
las elecciones del jueves y asegura que se va “tranquilo”, con la
certeza de que hizo las cosas “de la mejor manera”
Por Ricardo Narváez
La afición peruana por fin vio la luz al final del túnel. El presidente de la Federación Peruana de Fútbol (FPF), Manuel Burga, confirmó ayer que no se presentará a las elecciones de este jueves, lo que pone fin a un mandato de 12 años dentro de la Videna de San Luis.
El todavía mandamás del fútbol nacional ratificó lo que se especulaba desde hace unas semanas en el último día estipulado para la entrega de las listas de candidatos a los comicios reprogramados para esta semana.
“Pese a que tengo el apoyo amplio de los clubes profesionales y de las departamentales, esta vez no van a ver mi nombre en ninguna lista en esta oportunidad. Voy a terminar mi mandato y entregaré el cargo el 5 de enero. Yo me voy tranquilo, con la certeza de que las cosas se hicieron de la mejor manera”, aseguró el ‘Doctor’, quien parece que se despide del cargo sin ninguna noción de la realidad.
El máximo dirigente del deporte rey llegó a este desenlace luego de que desde el mes de setiembre su impopular mundo recibiera mucho más ataques de los que experimentó en la década y un poco más de años que estuvo en el cargo.
El primer golpe lo alcanzó sin querer. Su par boliviano y tesorero de la CONMEBOL, Carlos Chávez, reveló que todos los presidentes de la región recibían un sueldo de diez mil dólares, hecho que indignó a la población, ya que, a pesar de los constantes fracasos, este repetía una y otra vez que no lucraba con el deporte y que su cargo era ad honórem.
El develamiento de sus honorarios le valió la atención de las autoridades y el recuerdo de una vieja denuncia de 2008 por lavado de activos, en el recordado caso de la Escuela de Entrenadores de Fútbol de la FPF Alfonso Huapaya Cabrera.
PUNTO DE QUIEBRE
Esta remembranza hizo que el caso vuelva a la mesa. Un mes después, la revista Poder publicó el testimonio del policía que investigó a Burga. El suboficial de la División de Lavado de Activos Dante Gamarra Zuñé concluyó que sí existían indicios para acusar al titular de la FPF, pero que en el atestado que llegó a la Fiscalía se limpiaba al dirigente.
Esto llamó aún más la atención de varios poderes del Estado, como el Congreso, cuya representatividad la asumió el parlamentario Daniel Abugattás. El legislador oficialista emprendió una campaña personal en contra del directivo, generando así una riña pública entre ambos que se avivó con lo sucedido en las elecciones del 30 de octubre.
Las consecuencias de las decisiones tomadas ese día fueron las que acabaron desentornillando el sillón del que sonreía sarcásticamente a sus detractores desde hace 12 años. Burga no pudo aceptar ser sacado de carrera por una tacha del Comité Electoral (CE), cesó de sus funciones al ente presidido por José Luis Noriega y reprogramó las elecciones para el 18 de diciembre con un nuevo CE.
Esto le costó aún más enemigos y la preocupación de sus pocos amigos. Uno de los que se compró el pleito con el mismo ímpetu que Abugattás fue el ministro del Interior, Daniel Urresti. El general del Ejército en retiro puso en jaque al Torneo Descentralizado al negarse a dar las garantías para la realización del partido definitorio del Clausura (Alianza Lima vs. Sporting Cristal) y de los play off (Cristal vs. Juan Aurich).
SIN SALIDA
Indirectamente y sin entrometerse en terreno futbolístico, el Estado presionó y advirtió a los clubes de que no tendrían un aliado en el MININTER si Burga continuaba en el cargo. El mensaje fue captado por los hombres de fútbol, quienes no vieron una salida de esta crisis con su líder a la cabeza; se haría más daño siguiéndolo.
Fue así como la semana pasada Federico Cúneo, presidente de Sporting Cristal, salió al frente y lanzó su candidatura con el consenso de los clubes profesionales y gran parte de las ligas departamentales. Con ello, el directivo y exitoso empresario dividió una vez más los votos originalmente cosechados por Burga y Agustín Lozano –en la frustrada primera contienda– y dejó sin piso al ‘Doc’ en los sufragios del jueves 18.
Sin apoyo, con graves denuncias en su contra y con el Estado sumado a la población como principal enemigo, a Manuel Burga no le quedó otra que dar por concluida su carrera dentro de la FPF.
LOS ERRORES POR CORREGIR
El todavía titular del fútbol peruano es un político consumado que prefirió mantener el statu quo para mantener a todos contentos y asegurar una reelección más, que cambiar las bases para la mejora del deporte.
En 12 años de su mandato, la falta de profesionalismo reinó en Primera División y en sus subsiguientes torneos con cambios anuales de su formato, jugadores impagos y clubes llegando al extremo de deber millones de soles. Como consecuencia, las divisiones menores quedan relegadas, no llega a existir un cambio generacional apropiado en la selección, con jugadores de categoría.
En vez de designar una dirección técnica que se encargue de todas las categorías de la ‘Bicolor’ y fije un plan a largo plazo con un esquema de trabajo definido, se le entrega la responsabilidad a un entrenador que tiene que hacer milagros con lo poco que hay. Esto lo podemos comprobar con cinco técnicos (Autuori, Ternero, Uribe, Chemo y Markarián) contratados para tres mundiales sin clasificar.
Ayer se dio el primer paso para un cambio en el deporte. Para ello, el próximo presidente de la FPF deberá rodearse de profesionales que tengan claro la revolución que deberá existir en el balompié nacional para pensar al menos en llegar a Catar 2022.
Este trabajo será a largo plazo y muy complicado. Si el nuevo mandamás no cambia el sistema de elección en la FPF, en el que las ligas departamentales (25) tienen más peso que los clubes profesionales (17), cuando intente establecer normas que choquen con los intereses de los antes mencionados, estos lo amenazarán con no apoyar una reelección. Es por eso que el cambio de nombre en la cabeza de la FPF no asegura nada por el momento.
DATO: Burga anunció que dará a conocer las verdaderas razones de su salida de la FPF en un libro donde contará sus vivencias en la dirigencia deportiva dd
Foto: Archivo / Juan Osorio
Por Ricardo Narváez
La afición peruana por fin vio la luz al final del túnel. El presidente de la Federación Peruana de Fútbol (FPF), Manuel Burga, confirmó ayer que no se presentará a las elecciones de este jueves, lo que pone fin a un mandato de 12 años dentro de la Videna de San Luis.
El todavía mandamás del fútbol nacional ratificó lo que se especulaba desde hace unas semanas en el último día estipulado para la entrega de las listas de candidatos a los comicios reprogramados para esta semana.
“Pese a que tengo el apoyo amplio de los clubes profesionales y de las departamentales, esta vez no van a ver mi nombre en ninguna lista en esta oportunidad. Voy a terminar mi mandato y entregaré el cargo el 5 de enero. Yo me voy tranquilo, con la certeza de que las cosas se hicieron de la mejor manera”, aseguró el ‘Doctor’, quien parece que se despide del cargo sin ninguna noción de la realidad.
El máximo dirigente del deporte rey llegó a este desenlace luego de que desde el mes de setiembre su impopular mundo recibiera mucho más ataques de los que experimentó en la década y un poco más de años que estuvo en el cargo.
El primer golpe lo alcanzó sin querer. Su par boliviano y tesorero de la CONMEBOL, Carlos Chávez, reveló que todos los presidentes de la región recibían un sueldo de diez mil dólares, hecho que indignó a la población, ya que, a pesar de los constantes fracasos, este repetía una y otra vez que no lucraba con el deporte y que su cargo era ad honórem.
El develamiento de sus honorarios le valió la atención de las autoridades y el recuerdo de una vieja denuncia de 2008 por lavado de activos, en el recordado caso de la Escuela de Entrenadores de Fútbol de la FPF Alfonso Huapaya Cabrera.
PUNTO DE QUIEBRE
Esta remembranza hizo que el caso vuelva a la mesa. Un mes después, la revista Poder publicó el testimonio del policía que investigó a Burga. El suboficial de la División de Lavado de Activos Dante Gamarra Zuñé concluyó que sí existían indicios para acusar al titular de la FPF, pero que en el atestado que llegó a la Fiscalía se limpiaba al dirigente.
Esto llamó aún más la atención de varios poderes del Estado, como el Congreso, cuya representatividad la asumió el parlamentario Daniel Abugattás. El legislador oficialista emprendió una campaña personal en contra del directivo, generando así una riña pública entre ambos que se avivó con lo sucedido en las elecciones del 30 de octubre.
Las consecuencias de las decisiones tomadas ese día fueron las que acabaron desentornillando el sillón del que sonreía sarcásticamente a sus detractores desde hace 12 años. Burga no pudo aceptar ser sacado de carrera por una tacha del Comité Electoral (CE), cesó de sus funciones al ente presidido por José Luis Noriega y reprogramó las elecciones para el 18 de diciembre con un nuevo CE.
Esto le costó aún más enemigos y la preocupación de sus pocos amigos. Uno de los que se compró el pleito con el mismo ímpetu que Abugattás fue el ministro del Interior, Daniel Urresti. El general del Ejército en retiro puso en jaque al Torneo Descentralizado al negarse a dar las garantías para la realización del partido definitorio del Clausura (Alianza Lima vs. Sporting Cristal) y de los play off (Cristal vs. Juan Aurich).
SIN SALIDA
Indirectamente y sin entrometerse en terreno futbolístico, el Estado presionó y advirtió a los clubes de que no tendrían un aliado en el MININTER si Burga continuaba en el cargo. El mensaje fue captado por los hombres de fútbol, quienes no vieron una salida de esta crisis con su líder a la cabeza; se haría más daño siguiéndolo.
Fue así como la semana pasada Federico Cúneo, presidente de Sporting Cristal, salió al frente y lanzó su candidatura con el consenso de los clubes profesionales y gran parte de las ligas departamentales. Con ello, el directivo y exitoso empresario dividió una vez más los votos originalmente cosechados por Burga y Agustín Lozano –en la frustrada primera contienda– y dejó sin piso al ‘Doc’ en los sufragios del jueves 18.
Sin apoyo, con graves denuncias en su contra y con el Estado sumado a la población como principal enemigo, a Manuel Burga no le quedó otra que dar por concluida su carrera dentro de la FPF.
LOS ERRORES POR CORREGIR
El todavía titular del fútbol peruano es un político consumado que prefirió mantener el statu quo para mantener a todos contentos y asegurar una reelección más, que cambiar las bases para la mejora del deporte.
En 12 años de su mandato, la falta de profesionalismo reinó en Primera División y en sus subsiguientes torneos con cambios anuales de su formato, jugadores impagos y clubes llegando al extremo de deber millones de soles. Como consecuencia, las divisiones menores quedan relegadas, no llega a existir un cambio generacional apropiado en la selección, con jugadores de categoría.
En vez de designar una dirección técnica que se encargue de todas las categorías de la ‘Bicolor’ y fije un plan a largo plazo con un esquema de trabajo definido, se le entrega la responsabilidad a un entrenador que tiene que hacer milagros con lo poco que hay. Esto lo podemos comprobar con cinco técnicos (Autuori, Ternero, Uribe, Chemo y Markarián) contratados para tres mundiales sin clasificar.
Ayer se dio el primer paso para un cambio en el deporte. Para ello, el próximo presidente de la FPF deberá rodearse de profesionales que tengan claro la revolución que deberá existir en el balompié nacional para pensar al menos en llegar a Catar 2022.
Este trabajo será a largo plazo y muy complicado. Si el nuevo mandamás no cambia el sistema de elección en la FPF, en el que las ligas departamentales (25) tienen más peso que los clubes profesionales (17), cuando intente establecer normas que choquen con los intereses de los antes mencionados, estos lo amenazarán con no apoyar una reelección. Es por eso que el cambio de nombre en la cabeza de la FPF no asegura nada por el momento.
DATO: Burga anunció que dará a conocer las verdaderas razones de su salida de la FPF en un libro donde contará sus vivencias en la dirigencia deportiva dd
Foto: Archivo / Juan Osorio
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