Tolerancia cero al racismo
** Defensoría del Pueblo insta a autoridades del fútbol peruano a sancionar últimos hechos racistas
Mediante un comunicado, la Defensoría del Pueblo instó a la Federación
Peruana de Fútbol (FPF), a la Asociación Deportiva de Fútbol Profesional
(ADFP) y a su Comisión de Justicia (CJ-ADFP) para que investiguen e
impongan los castigos correspondientes a los hinchas de León de Huánuco
que insultaron y se burlaron del jugador de raza negra de Juan Aurich,
Jair Céspedes, en el encuentro disputado el domingo por la fecha 10 de
la Copa del Inca.
“No podemos permitir que este tipo de prácticas sigan sucediendo en los
campos de juego. Es momento de que las autoridades del fútbol peruano
sean más severas al momento de exigir el cumplimiento de las normas y de
sancionar”, indicó el presidente de dicha entidad, Eduardo Vega Luna.
Asimismo, les recordó a los responsables
de nuestro balompié que el reglamento del campeonato nacional contempla
una serie de medidas correctivas y sanciones para este tipo de
incidentes, tales como la suspensión temporal de partidos, la reducción
de puntos a los clubes infractores e inclusive la inhabilitación del
estadio.
EL ECO DE RAMOS
Pero este caso no habría sido tan conocido
si es que el también defensor del ‘Ciclón’, Christian Ramos, no hubiera
hecho pública su frustración y molestia —a través de las redes
sociales— por la inacción de las autoridades ante los gritos alusivos a
un mono que hacían los espectadores del estadio Heraclio Tapia cuando su
compañero tocaba el balón.
“Hasta cuándo los jugadores de raza negra vamos a soportar que en los estadios
nos insulten. ¿Donde están las autoridades? Es una vergüenza”, publicó
tras el partido y añadió que “no es fútbol el que hace sentir mal a las
personas. Es una salvajada. Qué tristeza, pero así somos en esta
sociedad”. Un día después, el lunes, el cuadro chiclayano inició los
trámites para presentar una queja ante la CJ-ADFP.
¿Qué hizo la ADFP?
El lunes, el secretario de la ADFP, Enrique La Rosa, aceptó en Radio
Ovación que tuvieron conocimiento de los insultos y que lanzaron una
advertencia al público; sin embargo, no suspendieron el partido para
“evitar problemas mayores”, pese a las reincidencias.
"Con las expulsiones, el partido se salió del trámite normal. El
perifoneo se dio hasta en tres oportunidades. Es cierto que en el
camarín hablamos de suspender el partido con el árbitro, pero optamos
por la mejor solución que era continuar el encuentro. Acepto que nos
salimos del protocolo para evitar problemas mayores", añadió.dd
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