Para un hombre que se califica a sí mismo de “rico, guapo y gran jugador” debe ser difícil vivir bajo la sombra del mejor futbolista de nuestra era, aunque él -como es lógico por su personalidad egocéntrica- no quiera aceptarlo. Es por ello, tal vez, que Cristiano Ronaldo se ve en la necesidad de resaltar cada vez que puede la gran habilidad que tiene con el balón. Talento le sobra y motivos para creerse uno de los mejores también, no en vano es considerado uno de los más grandes futbolistas de los últimos tiempos, superado quizá solo por Lionel Messi.
Pero hay algo en lo que CR7 superó a Lio la temporada pasada y fue en la cantidad de goles que convirtió en todas las competiciones que disputó. Por tal motivo recibió ayer, en un hotel de la capital española, su segunda Bota de Oro que lo reconoce como el máximo goleador europeo 2010-11. Recordemos que el portugués ya ganó este galardón en el 2005 cuando militaba en el Manchester United.
“Es un premio para todos los portugueses. Estoy muy agradecido y quiero compartir el trofeo con todos mis compañeros, con el equipo técnico, aficionados del Real Madrid, presidente, con mi familia, mi enamorada y mi hijo. Todos fueron muy importantes en lo que gané este año”, señaló un emocionado Ronaldo en un salón en el que estaban personalidades de Portugal, familiares del jugador, Florentino Pérez (presidente del Real Madrid), Zinedine Zidane, entre otros.
El astro luso también reconoció que quiere ganar premios colectivos y no solo individuales: “Cambiaría la Bota de Oro por la Liga o la Champions. Las cosas individuales se ganan cuando llega algo colectivo. Me gustaría ganar algo importante con el Real. Por historia, el Madrid no puede estar tanto tiempo sin ganar nada importante”. Finalmente, fiel a su estilo, Cristiano soltó esta ‘modesta’ frase: “Si Dios no agradó a todos, cómo voy a hacerlo yo”.dd.
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