Corrupción en FIFA: Chuck Blazer, el dirigente que se convirtió en el informante del FBI
La víspera del miércoles inició con un duro golpe para la FIFA:
siete altos directivos habían sido arrestados por el Ministerio Público
de Suiza por por sospechas de gestión desleal y de lavado de dinero.
Sin embargo, ¿Cómo se logró verificar todo este escándalo? Todo apunta a
un nombre de la organización: Chuck Blazer.
Charles Gordon "Chuck" Blazer (70) es reconocido dentro de la FIFA por
ocupar, en primer lugar, el cargo de secretario general de la Concacaf
-desde 1990 al 2011- y posteriormente fue miembro del Comité Ejecutivo
de la organización. Él se convertiría en un hombre de confianza para Joseph Blatter, el presidente del máximo ente del fútbol.
En el 2011, Blazer fue denunciado por el periodista Andrew Jennings, quien en el diario The Independent afirmó que la FBI investigaba depósitos de más de 20 millones de dólares relacionados al fútbol y que fueron realizados a cuentas que Blazer operaba en el extranjero. Esto provocó que el dirigente sea suspendido por 90 días.
La investigación permitió que cuatro de los sospechos admitieran su culpabilidad sobre corrupción en el fútbol. Uno de ellos fue Blazer,
quien se prestó a coolaborar con las autoridades, como certifican
algunos documentos que fueron divulgados por el Departamento de
Justicia.
Así, el dirigente llevaba un micrófono en un llavero,
grababa absolutamente todas sus conversaciones con los directivos en
distintos continentes y empezó a trabajar para el FBI aportando
información acerca de millones que se movían de manera ilegal. Todo
permitió reducir la pena que iba a afrontar.
Durante esta labor, Blazer pudo llegar hasta los informes secretos que
llevan a los indicios de que las sedes de los Mundiales Rusia 2018 y
Qatar 2022 fueron comprados por grandes cantidades de dinero. dlr
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