La caída de Perú ante Chile en el debut del Sudamericano Sub 20 generó graves incidentes en el estadio Monumental de la UNSA y provocó una crisis alrededor del combinado peruano, que como anitrión del torneo espera hacer un buen papel, que le permita llegar al Mundial y a los Juegos Olímpicos. Los mismos deseos tienen en la "Roja", que ayer se impuso por 2-0.
Obviamente, en la selección peruana esperaban debutar en el torneo con un triunfo, a estadio lleno, pero terminaron reconociendo la derota. "Los chilenos, con buen fútbol y garra hicieron sucumbir el arco defendido por Ochoa", publica por ejemplo Líbero.
Según La República, Christian Cueva salió llorando "mientras que Joarzinho Arroé fue el único que se atrevió a declarar y dijo 'Discúlpennos por esto'. Ambas selecciones se dirigieron a los camerinos en medio de una lluvia de botellas".
Más tarde, Gustavo Ferrín expresó que "la caída puede ser por una falta de experiencia, por nada más. Descarto que se vaya a necesitar un psicólogo. Asumo toda la responsabilidad por esta derrota”.
Pero estas explicaciones no calmaron a los hinchas peruanos, que dirigieron su molesta hacia Manuel Burga, presidente de la Federación. Según El Bocón "un centenar de hinchas intentó agredirlo y lincharlo... Burga tuvo que salir acompañado de diez policías, quienes lograron sacarlo por la sala de prensa y un acceso hacia el automóvil que lo llevaría hasta un lugar más tranquilo".
El sitio de RPP noticias publica que "La afición arequipeña expresó su desazón tras la derrota ante el seleccionado sureño y se enfrentó a la policía generando caos y disturbios... Manuel Burga, debió abandonar el estadio de la UNSA con resguardo policial ante las pifias e insultos de los hinchas... La suerte de los seleccionados no fue distinta. Incluso el bus que los trasladó debió ingresar hasta el propio campo de juego para poder recogerlos y evitar ponerlos en riesgo".dlt.
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