Por el trono del inca

 

Aquí le presentamos las principales virtudes y defectos de Alianza Lima y la San Martín, que mañana disputarán el título del primer torneo de la temporada 2014.

1. Estructura

En este rubro tal vez la San Martín le lleva cierta ventaja a Alianza. Por ejemplo, los resultados del cuadro de Julio César Uribe siempre dependieron de una idea estratégica que coordina los movimientos del conjunto. Es decir, existe un entendimiento casi memorizado entre los jugadores. Con innumerables argumentos para crear peligro.  Si Johnnier Montaño, Hernán Hinostroza o Carlos Manirelli inician una jugada con destino de gol, Luis Perea ya está esperando el pase metido en el área contraria para llenarse la boca de gol. Por su parte, Alianza parecía muchas veces un equipo en formación. Luchó por ser el equipo esperado, pero le faltaron unos centavos para llegar al nuevo sol. Nunca tuvo armonía en su juego –salvo en el último partido ante Inti Gas en Matute que goleó 4-0–, pero le sobró esfuerzo colectivo.  

2. Funcionamiento

El funcionamiento del equipo de Uribe a veces transitó sobre rieles, con seguridad y convicción. Con una volante inteligente, que siempre trata de generar peligro en coordinación con su delantera, la cual frente al arco es infalible. Quizá el talón de Aquiles del cuadro santo se encuentre en su defensa. No es segura y muchas veces peca de inocente. En tanto, Alianza –a pesar de terminar de líder de su grupo– plasmó un estilo poco convincente. Su juego se basó en la presión, la dinámica, y tuvo en la pelota parada a su mejor arma de gol. Muchas veces sufrió para dar tres pases seguidos. Intentó superar sus defectos, a veces lo logró, otras no. 

3. Ataque y defensa

Al margen de lo que reflejaron sus actuaciones en el Torneo del Inca, el arco de Pedro Gallese fue vulnerado en 19 ocasiones, que seguro causa mucha preocupación en el DT Uribe. Córdova, Ascues, Álvarez y Fernández a veces no ofrecieron las garantías para hacerle más fácil el trabajo a su arquero. La cara de la otra moneda es el ataque santo. Dinámico, ágil, inteligente y contundente con Luis Perea como abanderado y goleador del torneo con 11 tantos de los 26 que anotó el equipo santo. Alianza tuvo en su defensa un bastión invulnerable. George Forsyth solo vio caer su valla en 8 ocasiones. Para ello fue clave el desempeño de Walter Ibáñez y Koichi Aparicio. También el trabajo de marca y recuperación de Míguez y Albarracín. En el ataque, la cabeza de Mauro Guevgeozián fue la mejor arma íntima.

4. Caudillaje

Ambos equipos tienen en Walter Ibáñez y Josepmir Ballón a sus mejores referentes. El ‘Colo’ desde su área siempre toma la lanza para ir al frente. Nunca baja la cabeza, y cuando el equipo lucha contra la adversidad es el primero en buscar la luz en el fondo del túnel. Ballón con el pasar de los años ha ganado liderazgo en la San Martín: guapea, marca, recupera y hasta anota goles. Es el ‘todoterreno’ en el once santo.

5. Entrega física

Durante los partidos del Torneo del Inca muchas veces Alianza terminó con mejor respuesta física que sus rivales.  La dotación de piernas, aire y resistencia reflejó una línea en constante crecimiento del cuadro grone. La San Martín tuvo unas de cal y otras de arena en este aspecto. Unas veces terminaba entero, otras el desgaste le jugaba una mala pasada que le hacía perder partidos en los últimos minutos como ocurrió ante la ‘U’.  dlr